Llamados a la vida

LLAMADOS Y LLAMADAS A LA VIDA

Por: Hna. María del Carmen Bravo

El día 4 de marzo nos reunimos las personas que participamos en la PJV de CONFRES.
Fue bonito el compartir y nos organizamos en dos equipos para trabajar en la pastoral juvenil vocacional y ayudar mejor a los/as jóvenes en este camino de búsqueda.

Un equipo asistió a Ciudad Delgado y otro equipo fuimos a San José Villanueva, la Libertad.

La experiencia que tuvimos fue muy bonita y narraré un poco el encuentro que realizamos en San José Villanueva el 14 de marzo de este año.

Este equipo lo conformamos: Cristi, Adolfo, Chelo, Vilma, Efigenia, Jesús, Abel, Eligia y Carmen.

Primeramente fuimos bien acogidas por la gente de la parroquia, el padre Mario y la hna. Chelo, quien ambientó muy bien el salón para el desarrollo del encuentro.

Íbamos a la expectativa de cuántas/os chicas/os llegarían al encuentro y fue sorprendente poder observar cómo se iban sumando más y más, a tal punto que nos hicieron el favor de sacar más fotocopias, ya que llegaron 63 jóvenes con ganas de tener este encuentro.
La mayoría de los/as jóvenes eran de San José Villanueva, pero también hubo jóvenes que llevaron Cristi y hna. Vilma.

Al inicio las/os jóvenes estaban un poco tímidos, pero un vez que se hicieron dinámicas, cantos… fueron agarrando más confianza.

El encuentro giró en torno al tema: “LLAMADAS/OS A LA VIDA”, el cual lograron profundizar a lo largo de la jornada.

Después de la dinámica de integración y de los cantos… se prosiguió a la oración que fue dirigida por Eligia, en la cual los/as jóvenes lograron ese clima de silencio y reflexión.

El tema lo dirigió Abel y también los chicos/as iban participando, leyendo la presentación de powert point de “El joven carro”.
Lograron captar el mensaje y compartieron lo que les había llamado la atención.
Fue interesante ir escuchando la comparación que hacían con su propia vida, las inquietudes que les dejaba y la invitación que sentían.
Algunos ecos fueron: “detenerse y reflexionar nuestro camino” “solo una batería bien cargada era capaz de ayudarle a superar las oscuras noches de la carretera” “no detenerse, sino que seguir adelante”.

Hubo un receso en donde disfrutaron de un rico refrigerio.

Cristi y Adolfo continuaron con el desarrollo de otra dinámica, la cual ayudó que loas/as jóvenes compartieran con los otros y que formaran grupos de trabajo.
Hubo muy buenos comentarios en los grupos sobre las posibilidades y oportunidades que la juventud tiene hoy, ya que recalcaban las oportunidades que los llevan a crecer, otras opciones que pueden desviar sus caminos, como son los vicios… y la falta de más oportunidades para los/as jóvenes en El Salvador.

Después Jesús coordinó la parte final del encuentro y un joven que ayuda en la parroquia les hizo conciencia de la lucha que las/os jóvenes tienen que llevar a cabo para poderse realizar en la vida y salir adelante.
Vilma y Efi ayudaron en lo que se iba realizando a lo largo del desarrollo de este día y se experimentó un verdadero trabajo en equipo, ya que cada uno/a aportamos y participamos con alegría.

Se les iba recalcando a los jóvenes la necesidad de tener momentos de encuentro con ellos mismos, con Dios… para escuchar desde dónde ellos pueden servir a Dios y a la humanidad y el llamado a la vida que se les ha hecho.
Descubrir su misión de ser generadores de vida, desde lo que van haciendo y viviendo.

Me gustó mucho que no solo religiosas/os participáramos en este encuentro, sino que contáramos con la presencia de Cristi y Adolfo como matrimonio, ya que es necesario que las/os jóvenes descubran el llamado que Dios les hace desde una vocación determinada, para amar y servir generosamente.

Se les recordó a los jóvenes el mes tan importante que estamos viviendo y se hizo memoria de Mons. Romero en este XXX aniversario de su martirio.

Al ver motivados a los/as chicos/as me acordaba de una frase de Mons. Romero que va encaminado con el tema de hoy, que invitaba a la interioridad y a reflexionar nuestro llamado a la vida y con la cual doy por finalizado este escrito:

“En el corazón de cada hombre hay como una pequeña celda íntima, donde Dios baja a platicar a solas con el hombre. Y es allí donde el hombre decide su propio destino, su propio papel en el mundo. Si cada hombre de los que estamos tan emproblemados, en este momento entráramos en esta pequeña celda y, desde allí, escucháramos la voz del Señor, que nos habla en nuestra propia conciencia, cuánto podríamos hacer cada uno de nosotros por mejorar el ambiente, la sociedad, la familia en que vivimos (Homilía 10 de julio de 1977).”